jueves, 19 de noviembre de 2009

Cuando me vaya

Cuando me venga a buscar y juntas salgamos en la noche helada sin temblar, te pido que recuerdes, llevaré conmigo el abrigo de tu ternura, y una única tristeza empañará la luminosidad de la luna.
En el camino que dejo, no hice lo suficiente, lo sé, y aún queriendo retener el tiempo, repito ausencias.
No fue suficiente el beso de mis labios, ni la caricia de mis manos, menos aún la entrega del aliento, que póstumo, lamenta tanto silencio.
No fue suficiente el dolor, tampoco la pasión ni el sacrilegio, me despiden las aguas sin cauce ni destino, tal vez por eso, llora el océano.
Me voy más desnuda de cómo he llegado, lo que dejo son los remiendos de un vestido que no supo ser, y que solo en tu piel, añoró el deseo.

martes, 10 de noviembre de 2009

La bestia interna

Se acostó con él por última vez.
Lo vió virgen y salvaje como si no hubieran existido las horas incontables que invirtió en doblegarlo.
Lo inútil del esfuerzo se reflejó en la expresión indómita como la imagen de un espejo cruel.
Murió con la bestia intacta.

Cada uno con su canto

La verdad y la mentira
lloran unísonas.
En el presidio, los libres
se visten de historias singulares
abrigados en la desnudez
de un único origen,
donde cuerpo y alma entonan
cada una su canto,
y aún así,
mueren en la misma melodía.