sábado, 18 de junio de 2011

Lo que se va

Tantos amaneceres muertos,
tardes que roban el tiempo y callan para siempre.
Las almas se despiden, se mecen en el aire y son recuerdo.
Queda el hambre, un camino desierto, un ahogo sin retorno.
El último amanecer se despereza...
si acaso el sol se reflejara en la ventana,
quizá, esta vez no muera.