Cuánto amor, si es
mensurable,
se necesita para
compartir la locura
de perder el alma
dentro de otra.
¿Qué nudo en la
convivencia
encadena una
ceguera inviolable?
¿Qué sabor nutre
la tolerancia que besa
las fronteras de
la esclavitud?
¿En qué esperanza
navega hasta el abismo
la libertad
sangrante?
¿Es acaso la
entrega ilimitada
señal de locura
o un ángel robó la
piel
de un
desprevenido?