sábado, 8 de octubre de 2016

Asombro y melancolía en un lugar tan acogedor como fueron sus ladrillos a inmigrantes, esclavos y mestizos. Luces tenues y faroles míticos iluminan los misterios que escondieron calles breves entre adoquines desparejos. Se estremece el alma al pisar viejos andares, locuras y desvelos. Entre anchas paredes que albergan camastros, baules y un aire oscuro y fresco, se adivinan los silencios y se permite un diálogo callado sobre la vida grabada con huellas invisibles. Es así como susurran los labios quietos, y la historia nos hace suya.

impresiones

Sorpresa y decisión, gozo y libertad, placer en tu mano caminando por la orilla de una noche imprevista.


Seré...

...tierra que alimente un árbol en cuyas ramas se acunen los nidos, cuyas flores perfumen el aire y sacien el hambre sus frutos.

...huesped de peces y corales desentrañando misterios en las profundidades y saltando al viento a soplar sus secretos...

atardecer

A la hora de las sombras largas, el último gorrión que comió de tu mano,  anidó en tu memoria entibiando para siempre el recuerdo de la orilla con sus labios de espuma y la mirada del horizonte.

En la ruta

Las sombras de los húmedos fantasmas nos acompañan desde el amanecer hasta casi el mediodía, cuando el sol arrebata sus velos de gasas grises...
El fuego ardió como nunca sin leños ni cenizas. El horizonte lo devoró con su boca sin fin dejando entre sus labios el rastro sanguinolento del parto.

lunes, 3 de octubre de 2016

Sosías

Las mismas facciones. Encontrar varios sosías en este breve tiempo que ni alcanza a la mitad de una semana.
Miles de años de historia transitada por millones y millones de moléculas jugando a un rompecabezas infinito. Se reproducen cada tanto las formas como el barro cocido en los moldes...¿ Y qué hay de las almas?

En el Calafate....

Es la hora en que los colores van recuperando su identidad después de enredar entre sus sombras a todos los seres, hasta los más indefensos. Y en este amanecer, el dolor partió su vientre por primera vez.


Fue ese frío sol de junio que apenas daba señales de su presencia quien sopló luz sobre aquellos ojos acostumbrados a la oscuridad, iluminando el nombre con timidez.