viernes, 27 de octubre de 2017

Pequeño, hablas desde la rama donde mis ojos no te alcanzan, y te busco.
"Canta otra vez", mi corazón te pide sin palabras y atento.
Tu voz, corta, menuda como tu cuerpo, me sorprende.
Giro la cabeza, te encuentro.
Pequeño, gracias...
en tu instante, nació mi día.

1 comentario:

Jorge Curinao dijo...

La leo siempre, Marta. Saludos.