sábado, 6 de octubre de 2018

Poema 3

Es única la orilla que iluminas,
ocultos tus pies y tu espalda.
En la noche oscura
el llanto intermitente
marca infinitas soledades...
fugaz brillo que sorprende y apacigua
(por un instante)
a quien de lejos te saluda
y solo a veces da las gracias
dejando esa lágrima
dando vueltas en silencio
esperando ser diamante.
Es única la orilla que señalas
dando certeza al camino
de quien duda y sortea oscuridades
atravesando tu luz
como una daga.
La lágrima cae, pero no sangra.

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