jueves, 12 de diciembre de 2024

Pérdida y aceptación profunda " entregate a la vida"

Cuantas veces sentimos que la vida no nos quiere dar cosas, o a veces, nos quita cosas que no tiene porqué quitarnos. Hace no muchos días, en un instante, en un segundo ciego y confuso, me quitaron cuarenta y tres años compartidos con quien no llegaba siquiera a los setenta, más de la mitad de nuestra vida la compartimos. En ese momento, y hasta hoy, mi sentimiento era que la vida me quitó lo que más quería, me quitó un estilo de vida, me quitó la forma de relacionarme, de amar, de soñar.

Hoy, el alma me habla y me dice: la vida no te quitó nada, porque él no era mío, no me pertenecía, no era parte de una propiedad; él fue a quien elegí para transitar la vida, tener una familia, generar y concretar proyectos, y yo fui quien él eligió como compañera de viaje en esta vida.

Esa profunda sensación de que nos quitan, de perder, como si todo desapareciera, la percibo. Estoy sentada en el jardín, con un mate en la mano, lo busco....no está entre la sombra del árbol, ni cerca de la puerta del taller, ni detrás mío a punto de abrazarme...desaparece, un mensaje en el celular preguntando si está volviendo a casa es lanzar palabras al vacío.

Qué difícil es superar la resignación y alcanzar la aceptación profunda. Hablando de la aceptación profunda, alguien dijo: " la vida sabe", "entregate a la vida"...aprender siempre, grabarnos en lo profundo de cada instante: la vida sabe, entregarnos  a la vida sin temor...Tomo conciencia entonces de las personas y circunstancias, que aparecen como flores en la primavera de semillas que no sembré, y sin embargo, ahí están, a mi lado, sosteniendo, apoyando...la vida sabe.

La fuerza entonces impulsa a recrear la gloria y felicidad vivida en los lugares elegidos, la casa, la chacra...


05 de diciembre 2024, en Buenos Aires, con la mente en Los Laureles, Saladillo

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