jueves, 12 de diciembre de 2024

Seguir sanando

 El cielo sigue tan azul a pesar de mis lágrimas y el aire diáfano no se perturba ante mis sollozos.

Miro al aguaribay...dará pimientas este año? tal vez sólo allí en lo más alto donde no las pueda ver, menos tomarlas.

Los rosales florecen, así las lavandas y los malvones, los jazmines del cabo con su vestido blanco siguen perfumando cada diciembre. El pasto crece, la luna brilla y el  sol calienta sin detenerse ..todo vive, todo sigue viviendo...si hasta del granizo la tierra vuelve a intentarlo y logra dar frutos; la sequía resquebraja ilusiones, pero el tiempo y la espera empapan las estrías y la semilla otra vez se alimenta.

Vida, siempre es la vida, aún cuando la muerte nos toca. El se fue, en un instante trágico y contundente bebió la muerte.

La oscuridad se hizo dueña de los días. El pasto crece, los rosales florecen y el sol calienta sin detenerse.

La vida, siempre es la vida.

El corazón arde, aún entre las lágrimas y la sonrisa que la memoria y los recuerdos nos traen.

La vida, cantar a viva voz y en cada instante:" GRACIAS A LA VIDA", a la vivida, y a la por vivir.


11 de diciembre 2024, en Buenos Aires, en Los Laureles, en el alma

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