Se deja de llorar la ausencia?
No, nunca...Bienvenido el amor de la vida compartida y construida desde allí, que no nos deja dejar de llorar.
Todo es tan vertiginosamente reciente que aún duele no verte, no sentirte, no escuchar tu voz, apretar tu mano o esperar tu caricia.
Pero no es justo que la vida que me despertó esta mañana (sin borrar el dolor), la cubra yo de angustia, desdén o miseria.
Podré transitarla en silencio, probablemente en soledad, pero sabiéndome viva, abrazando esta vida, sorbiéndola a cada instante entre lágrimas, pero sin temor, sin culpa, entregándome a ella, confiada...creyendo en ella, porque somos parte de ella.
Buenos Ares, 14 diciembre 2024
No hay comentarios:
Publicar un comentario