jueves, 31 de julio de 2025

Del todo, un poco

 Poco a poco los días grises dejan de entrar en el ánimo esperando que sean diáfanos para poder sonreír.

Poco a poco, al internarnos en el propio devenir comprendemos que somos parte de todo, que nuestro todo es apenas una parte.

Poco a poco se borran los límites, y no se distingue al árbol, al aire, la nube, el pájaro, la rosa, al sol o al perro como entorno ajeno, sino como parte, junto a nosotros, con nosotros, del mismo todo que nos abarca.

Crecemos con el árbol y con él somos cobijo y alimento, el aire nos sostiene y somos soplo que se expande, lloramos con la nube, volamos con las aves, perfumamos con la rosa, el sol nos ilumina, entibia, y con él somos luz que abriga, somos fidelidad y cariño.

La oscuridad deja de ser miedo, gris la tristeza, alegre la primavera, o melancolía el invierno.

Ya no es el entorno el que modifica nuestra existencia, ni la circunstancia lo que la altera; somos parte del entorno y de cada circunstancia, somos parte de ese maravilloso todo que nos abarca.



Buenos Aires, 31 de julio de 2025

miércoles, 30 de julio de 2025

el pullover

 Tu piel escondida en la lana

abrigó la mía en la tarde fría y oscura.


El calor de tus brazos

enredado en la trama del tejido

envolvió de nostalgia mis manos

que sobre la manga clara dibujaron un abrazo.


Prenda de invierno

vacía de vos

llena de mí.


Lana gruesa que te guarda

en cada uno de sus puntos

perdurando tu presencia

en su color pleno de recuerdos.


el pullover,

tu pullover,

mi abrigo.



Buenos Ares, 29 de julio de 2025

jueves, 24 de julio de 2025

Lucha interna, paz eterna

La señal que vió fue inequívoca: " VICTIMA FATAL". Quedó grabada en sus ojos mientras el camino por la ruta se alargaba tras una niebla densa.

La memoria despertó al recuerdo que volvió vívido e intenso. Tal vez fue la música que escuchaba a través de los auriculares la que acalló la sensación del accidente y la tristeza y el dolor que le siguieron.

Llegada a la terminal, se dedicó a hacer las compras. El día estaba frío y húmedo, oculto bajo la neblina persistente.

Volvió a la ruta con el baúl del remise cargado con bidones de agua, bolsas de carne para ella y sus perros, algo de verdura y frutas y pequeñeces de almacén.

En la hora siguiente se dedicó a ordenar para luego sentarse a comer los restos de un pollo que había traído en la valija a fin de evitar tener que cocinar al llegar pasado el mediodía, cansada y con hambre.

Apuró el pollo frío con un poco de agua y los medicamentos de la tarde. Encendió la salamandra.

Ya con el silencio y la quietud que trae el haber finalizado la tarea, miró a su alrededor.

La casa y sus rincones se llenaron de sombras.

Los fantasmas aparecieron para sacar de las entrañas una rabia desconocida, llanto, grito, enojo y bronca. Se sorprendió de la furia estallando en el aire, un sentimiento nuevo, novedoso, raro y extrañamente liberador.

Jamás había sentido esa ira que la tarde se llevó en el aire pesado y denso de la bruma, dejándola vacía.

Decidió cenar liviano, sólo una taza de caldo caliente y un trozo de pan. Encendió el fuego en el hogar y se sirvió una copa de vino.

Sólo su rostro estaba iluminado por las llamas y tibio por su calor. En el ambiente oscuro, se resaltaba su mirada.

Dejó que cada inspiración le trajera emociones nuevas para ocupar el vacío que le había dejado su arrebato.

De a poco la serenidad fue invadiendo su cuerpo y sus pensamientos, como lo hace la victoria en una batalla dolorosa, se descubrió en paz,  más profunda, más interna, y supo haber crecido.



Los laureles, Saladillo, 23 de julio de 2025

viernes, 18 de julio de 2025

Cara y ceca

 Soledad,

         soledad dulce del sosiego, 

         del silencio y la contemplación,

         soledad que mira y

         que admira cada parte

         de la inmensa totalidad.


Soledad,

          soledad gris del desarraigo,

          de la pérdida, del sabor amargo,

          soledad oscura y fría

          que llora y quiebra

           al alma,

           solitaria en su caverna.



Buenos Aire, 18 de julio 2025

   

martes, 15 de julio de 2025

Despertar

 Abrir los ojos,

la luz se cuela por la ventana,

el cuerpo tendido en

sábanas blancas...

el corazón a oscuras.



Buenos Aires, 10 de julio 2025

niebla

La niebla espesa de estos días nos sumerge en una emoción incómoda: la cortina impuesta por un clima adverso oculta al horizonte y se reproduce en los ojos cegados a un destino cierto, temerosos de cualquier movimiento.

El entorno ávido de césped, álamos y hacienda ya no es el límite seguro que define el lugar, el lugar que ocupamos. Se desdibuja así también nuestro ser, nuestra identidad, nuestra certeza. La bruma densa nos empuja puertas adentro, de las paredes, del alma.

Encontramos refugio alrededor de un fuego, en la salamandra, el hogar o el brasero. El movimiento de las llamas desnuda sin permiso a aquello que arde  en nuestra intimidad, para obligarnos a sentir, a conocernos, a iluminar la riqueza que nos habita y a escuchar en el crepitar de las brasas las voces de nuestro ser más profundo.

El sol va corriendo el velo, así el silencio y el calor de la hoguera desentraña nuestra esencia devolviéndola a la luz. 

Se alejan los días de niebla espesa, la luz trae la claridad de hombres nuevos.


Saladillo, 8 de julio 2025


viernes, 4 de julio de 2025

vivir

Soy, pero antes de ser, estoy viva.

Descubro mi aliento, lo escucho, presto atención a su ritmo y lo hago consciente.

Busco en la memoria, recuerdo, vuelvo a hilvanar los hechos, los ubico en el tiempo y esta vez, la necesidad de saber va en serio.

Indago, leo, investigo lo que otros ya me dijeron, pero esta vez...va en serio.

Vuelvo a mi aliento, cierro los ojos, siento mi pecho expandirse, entra el aire, sale, lo dejo.

El corazón late, me doy cuenta, asumo el  milagro con el temor que se siente ante la inmensidad y la incomprensión, pero también, con el regocijo y la admiración.

Podría haber pasado que...las probabilidades por demás altas, eran causas de invalidez, discapacidad, si no, de muerte instantánea...podría haber pasado.

Veo el horizonte, escucho a los teros gritar, dejo huella en cada paso, el calor entibia mi piel y mis manos trabajan.

Vuelvo al aliento, el aliento del milagro, el aliento. Estoy viva. Viva, de ahora en adelante, vivo para ser.


Los laureles, Saladillo, 04 de julio 2025

al árbol

Porque tocás el cielo

porque surgís de lo profundo,

porque abrís mil brazos,

porque sos sombra, lumbre,

remedio y fruto,

canto esta alabanza,

te abrazo

porque sos misterio, savia y corteza,

sos grito en el viento,

también silencio,

porque en tu seno hay palabras

que bajo la tierra se amasan,

mensajes divinos

que entienden las almas atentas,

porque tu muerte no es vana, 

te sentás a mi  mesa,

descanso en tus ramas,

sos calor en mi hoguera,

porque sos parte de mi vida,

te alabo, te agradezco, 

bendigo tu existencia.



Los laureles, Saladillo, 03 de julio 2025