viernes, 18 de abril de 2025

el viaje

  Suena "el Himno" de Vangelis. Cada acorde es un paso hacia el encuentro. La intensidad de la música aumenta a medida que la distancia se acorta. En el final, el viaje en tren se inicia, juntos.

Las primeras estaciones ( no las únicas) son de colores vivos, sorprendentes, con el sabor de un íntimo misterio a develar.

En algunas estaciones hubo que detenerse por varios meses y reservar en el vagón nuevos asientos para continuar el viaje.

Las vías entonan ritmos diversos según sean las estaciones que el tren atraviesa, incluso suenan en las grises y desoladas donde el tren parecía detenerse para no volver a arrancar.

Sin embargo, la locomotora ( esa de las antiguas a vapor, de puro hierro, que anuncian su llegada con voz tan estridente como profunda) encontró siempre carbón y fuego para tomar ímpetu, y a pesar de la carga pesada, seguir su camino empinado en busca de otras estaciones.

Los pasajeros subían y bajaban, algunos definitivamente y en general, dejaban olvidado una parte de su equipaje, lo que para aquellos que continúan el viaje, les permite recordarlos.

En cada estación vibran diferentes colores en nuevos paisajes, celebradas con vino las bendiciones,  serenas las horas de la tarde compartiendo el mate.

Pasa el tren sobre vías rotas, peligra su andar, puede descarrilar, pero logra atravesarlas soportando el sacudón.

La próxima estación es verde, plena de aire y eucalipto, de rosas y frutales, de chimangos, golondrinas y cotorras. En la estación suben nuevos pasajeron, se quedan, comparten, y tejen redes.

La luna y el sol se hacen presentes con el más deslumbrante esplendor de amaneceres y atardeceres. 

Tiempo de goce y de trabajo, de sueños venideros, de amor, de abrazo y de hoguera. Suena ahora " Tribute" de Yanni. Los acordes llenan el vagón y el alma de los pasajeros.

Un café, dos medialunas, y te adelantaste sin anticipo al vagón más cercano a la locomotora.

Dejaste gran parte de tu equipaje aquí, donde seguimos viajando reteniendo tu voz, tu melodía, tu camisa, tu gorra, tu abrigo.

Allí en el vagón donde estás, el fuego de la locomotora te ilumina, tu mirada es luz, tu rostro es luz que emite reflejos en los nuestros.

Un viaje con paradas y demoras, un viaje con el mejor compañero...con quien seguimos viajando, en diferentes vagones, en el mismo tren

Suenan ahora las gaitas..."Amazing grace".



Saladillo, Los Laureles, 18 de abril 2025

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