lunes, 21 de septiembre de 2020

Y fue un día...

 Y fue un día cuando lo invisible escondió tu sonrisa,

cuando tus ojos hablaron en la mirada de tantos,

cuando tu lágrima se hizo añicos en la transparencia de un escudo,

y un poco de sol, recuerdo de una piel en la tuya...


Y fue un día cuando la muerte me hizo distinta,

cuando el miedo me bautizó de nuevo,

cuando la calle se vistió de misterio, de amenaza el vecino,

y yo, de encierro, promesa de vida sin garantías.


Y fue un día que decidí morir, si así tuviera,

morir besando tu boca, riendo en tu sonrisa,

morir con la mejilla húmeda por tu lágrima tibia,

morir con tu piel en mi cuerpo, en mi corazón tu latido.


Morir al sol, tocándonos...


Y fue un día que decidí vivir con toda la vida,

y si así no fuera, morir viviendo.