sábado, 16 de marzo de 2024

Algo más que la mañana en Saladillo

 Despertar y no ver. Más allá de lo que alcanzamos a tocar, lo real es gris, sin contornos ni definición. El entorno empañado nos rodea de duda, nos limita los pasos, debilita nuestra voluntad de avanzar porque no es claro el camino que ofrece certeza aún sin anticipar el destino, porque un camino es siempre camino. 

El sol se hace esperar, así como sus dedos tibios que devolverán la nitidez que anhelamos para sabernos presentes y contenidos, para devolver la seguridad a nuestros pies y avanzar sin temor, aún sin llegar a destino, porque avanzar es siempre andando. 

La claridad llega, tras breves instantes o  interminables esperas . Se hace presente para mostrarnos de nuevo al árbol que nunca dejó de serlo, como el entorno, como lo otro, más allá de lo que alcanzamos a tocar, o ver.

viernes, 9 de febrero de 2024

Las visitas

 Preparo el corazón para un encuentro que el mismo corazón advierte como desencuentro. Las horas se hacen largas en el costado silencioso de la mesa cargada de bullicio.

La charla es esquiva, las miradas también. La sombra me oculta como se oculta al sirviente del lugar de los patrones que, sin propiedad ni título que se los adjudique, se perciben dueños de lo que no es suyo, sólo por saberse con la mitad de un apellido.

La tristeza, con su contundencia, casi derribó mis defensas. Pero una postal de antaño me trajo las palabras sin que les diera permiso." El bote no se hunde por el agua  que lo rodea sino por el agua que deja entrar"...

La verdad entonces se impuso para despejar toda sombra. Las aguas inmensas de los corazones tan soberbios como altaneros, pueden creerse dueños y señores de los botes, pero no poseen los remos.

Volví a la paz del puerto...Las horas se acortaron hasta el adiós a las visitas...

viernes, 10 de noviembre de 2023

Golpes, golpeadores y golpeados

 Golpes en la vida que socavan la estima y la dignidad del golpeado.

Trompadas que dejan moretones imposibles de cubrir con inútiles maquillajes...

Bofetadas que marcan la piel con las huellas ladinas del odio y la humillación...

Latigazos trazando senderos de sangre dolorosos e incurables, tiras que ciñen el poder de los déspotas...

Palabras, ocultando su daño en el interior del alma de quien se va deshaciendo a pedazos hasta una muerte deseada que se hace esperar...

Desdén continuo que borra lenta y certeramente,  imagen, vida y suspiro que cualquier aliento intente hasta desaparecer y hacerse objeto, en cualquier caso, 

Ironías, las que maltratan la inteligencia pisoteando deseos, sueños o proyectos para pulverizarlos y arrojar los despojos en una tumba aún vacía...

Golpes, golpeadores y golpeados...Sociedad injusta.

Introspección

 El egoísmo tiene un costo a pagar.

La soberbia se cobra uno a uno nuestros desplantes, nuestras faltas de amor y de empatía, nuestras intolerancias.

Nos vamos desintegrando hasta quedar en la nada que construimos con una vida hecha de fachadas, de mamarrachos de solidaridad y genialidad tan falsas como el castillo de arena dorada que se deshace bajo el oleaje quedando apenas una huella aplastada.

Caer bajo el derrumbe de tantos años llenos de un vacío, tantos deseos tan cumplidos como inútiles en el afán de alcanzar la felicidad.

Vamos descendiendo en el abismo sin esperar ni merecer compasión o perdón por las heridas que tajamos en cuerpos y almas ajenas.

Será el precio a pagar por una vida desaprovechada y egoísta.

Tal vez, desde la soledad y el dolor, nunca siquiera soñado como merecido, supliquemos benevolencia sin recibirla.

Desde la oscuridad más profunda,  se nos conceda la posibilidad de  rogar por la salud, el bienestar y la alegría de todos aquellos que han sufrido daño a causa de nuestro desamor, de nuestro desprecio y humillación, rogar  por aquellos que desatendimos y a quienes exigimos una sumisión absurda para justificar la altanería de nuestra propia miseria.

lunes, 17 de julio de 2023

anhelo

 Salir de la oscuridad, arrancar las sombras, abrazar lo andado, arrebatar disfraces y extirpar mentiras, borrar imágenes, y salir, salir a la luz con la verdad desnuda.

caminando....

 Otra noche encontrada de estrellas, diamantes traviesos brillando en el mar oscuro del infinito...y así hoy....me encuentro y soy, me dejo ser, me vacío y me habito, me callo y me nombro. Me espero.

Me hallo y me espero

viernes, 15 de julio de 2022

Engarce

 Verdes, rojos, blancos,

los colores juegan en el plato 

y se detienen en mi boca,

sabores diferentes que, hermanados, me alimentan,

me llevan de viaje a otras tierras...

arados, siembras y cosechas,

manos, familias anónimas,

silencios en soles y lunas alumbrando la tierra en espera,

miradas atentas al riego y la maleza,

espaldas curvas, brazos tensos,

mates largos que andan rutas y caminos,

bolsas y cajas apilados en veredas

como ofrenda, vida y alimento.

Cada uno en mí, y yo en ellos,

engarzados en una sola palabra:

gratitud,

gratitud a las manos,

gratitud a la tierra.

Confin

 El cielo está tan diáfano

 como mi alma quisiera,

abrigo, abrazo inalcanzable,

una rosa cae, mancha el espejo verde,

y sangra;

el zorzal la besa

pellizca la manzana

y se roba la última gota de néctar.

El cielo está tan oscuro

como el destierro de mi alma.

Como el alma

 Me hablaron de inmensos arenales

donde la sed es tan seca como la muerte,

me contaron de extensos desiertos 

donde el viento corre para encontrar nada,

me mostraron enormes rocas

cuyos pesos doblegan todo intento,

y supe de gigantes espinales tejiendo púas

en inquebrantable tramado donde el sol no encuentra refugio.

Nada fue asombro, porque así late mi alma.

Y entre la sed y la nada, 

el ahogo y la carga, 

un suspiro....

despierta, lo intenta, y 

florece el alma .


Atardece

 Atardece,

se mudan los verdes al corazón de las hojas,

el cielo se aclara en tanto el sol se escapa,

la brisa hace de la rama una cuna,

y el zorzal canta,

.el mate es ahora copa y la yerba, vino,

se queda el silencio, el alma de azul se tiñe, 

y el horizonte exhala un suspiro dorado.

sábado, 4 de junio de 2022

Soledad

 

El mundo gira,

me mareo….

las personas crecen,

 me minimizo,

el cielo se abre,

mi alma se oscurece…

desaparezco

aunque el cuerpo insista

 en ocupar un espacio

por dentro vacío…

Sino

 Cerrar el ciclo, dejar ir....que se retire sin dolor lo que tenga que irse, sea cual o quien fuere, sin dejar de agradecer lo vivido, lo compartido, la enseñanza y el aprendizaje...despedir sanamente.

No forzar, no retener, decir adiós desde la profunda sinceridad que abre la puerta del alma, libre.

A quien fue por muchos años profesor del Taller Literario...Gracias Ricardo Rubio!

 

Una mesa grande, cuatro cuadernos, a veces cinco, alguna que otra tarde un poco más, siempre con una taza de té o café y las infaltables galletitas…la mesa está lista y la tarde se prepara para bañarse en letras. Va llegando la hora y se ocupan las sillas. Toca el timbre quien se sentará en la cabecera; en sus manos,  alfajorcitos de chocolate y la magia comienza.

Con su mirada profunda y tierna, su risa franca, su alma poeta y su increíble dominio de la lengua, nos regala conocimiento, nos lleva de la mano a historias ,cuentos y poemas , nos hace entrar en mundos ajenos y autores diversos, no escatima sabiduría ni experiencia, y como excelente docente nos impulsa, nos impele a entrar en lo más profundo de cada uno, a crear y a recrear, a no temerle a la metáfora, a sorprendernos con términos que nos hacían reír en un principio, para luego reconocerlos como recursos y plasmarlos en nuestros avances, así fue con el oxímoron, hipérbaton, anáfora, elipsis…mientras el aire se llenaba de desafíos imaginando personajes,  mundos perfectos,  relatos bucólicos, dramáticos y hasta con cierta sensualidad…siempre de su mano, que nos sostiene en el aprendizaje y nos libera en la creación.

Pero no solo fue para nosotros  un maestro y poeta excepcional, sino la persona cálida, generosa, humilde en su sabiduría y sensibilidad, buena y atenta, con quien tuvimos honor y placer de compartir tantos años alrededor de esa mesa bañada en letras, en tardes que corrían detrás de una noche que jamás terminará.

Gracias Ricardo!

martes, 21 de diciembre de 2021

Camino a mí

 Silencio, soledad, lentamente voy entrando en ese espacio que nos pertenece, donde llorarnos en el encuentro, penar nuestros miedos, fracasos o inciertos. Dejar que la noche nos habite y murmurar extasiados ante la sencilla majestuosidad de las estrellas...dejar que viaje la historia para hacerse futuro tangible, y quizá, despierte fervoroso el espíritu honesto, único vehículo hacia la plenitud.


Camino, busco, derramo miedos y riego certezas, poemas de Juana, casi un alma gemela, imagen viva y corazón de letras.


Me encuentro, lo encuentro, le pido sacie la sed de mis anhelos, la pasión por la raíz, por el árbol,  el silencio del alma sólo quebrado por el canto de un tero, la alegría de la calandria o el llamado del cordero. Me mira en los ojos de un perro y me adivina en la mirada del caballo.


Una y única en el espacio, mi voz gritó con fuerza y certeza, habló el corazón sin detenerse. Y así hoy, me encuentro, me dejo ser, me vacío y me habito, me callo y me nombro, me espero.

En pronto tiempo, me espero, y me hallo.

lunes, 9 de agosto de 2021

Ausencia

Es gris el invierno
tanto como el silencio,
gris la piedra, así la ausencia,
la mirada ocre
esposada tras el marco que no olvida,
es ahora custodio de la soledad.

jueves, 5 de agosto de 2021

Bruma

 Como si el aliento de la atmósfera hubiera borrado todo destino, el amanecer sombrío, sin horizonte, monocromático, es misterio donde el alma inquieta está perdida.

La luz, desvanecida, corre las horas y se entibia. Los fantasmas se despiertan, se desperezan y  empujan unos a otros, se visten de siluetas y dibujan con nitidez extrema el contorno de un anhelo.

Agosto

 El sol da vida a las imágenes,  custodios del olvido recostado en la herrumbre y el silencio de los bronces. El polvo opaca el lustre de la fina madera que otrora distinguió a un nombre. Calla la penumbra los secretos que socavaron las entrañas de la tierra...y miles de lápidas lloran el abandono sobre flores muertas.

martes, 25 de mayo de 2021

Si he cambiado...

 “ Si he cambiado…”  me preguntan

 

Me miro al espejo y veo el mismo rostro, un tanto más surcado por soles y tiempos, un marco más blanco lo rodea…

 

 “ No, no ha cambiado”  respondería el espejo.

 

Cierro los ojos y olvido escuchar al tren lejano que chifla la hora (el Rosarino pasa puntualmente a las cinco), así como dejo mudo al benteveo en la rama del  paraíso.

Me veo sin ojos y con otra mirada. No encuentro a quien fuera hace unos años, ni siquiera un par de meses.

Los que se fueron sin haber sabido su nombre para engarzarlo en el Padre Nuestro de cada noche me arrebataron la soberbia de creerme viva por propia voluntad; el dolor, el sufrimiento, el hambre, la enfermedad, me sacudieron hasta que comprendí que la diferencia es siempre obra nuestra. El aislamiento, el llanto,  la depresión, propios y ajenos, me dejaron sin habla para comprender mis adentros, y ahora que comprendo, he de salir de nuevo…porque no es buena la costumbre de encerrarnos, ni aún cuando por necesidad lo aceptamos.

El mal que nos arrastra, entubados algunos, otros sin cama, me enseñó que nadie lo sabe todo, que nadie lo puede todo, que somos ignorantes aún inmersos en la más valiente de las voluntades, que miles trabajan, sudan, luchan con dignidad y mueren sin más ostentación que una entrega silenciosa y desconocida para la mayoría, esa misma mayoría que opina y que juzga, y entonces, aprendí a ser más  tolerante, a no creer en la verdad de unos pocos o de muchos como si fuera la única y verdadera, aprendí a callar y a escuchar, aprendí a valorar, aprendí que la violencia no juzga, no castiga, no perdona, no construye…que los insultos son nada más que desahogos personales que quedan flotando en el aire, nada más. Aprendí a ser lo que muchos llamarían “baba fría”, “tibio”, “falto de compromiso”, y otras categorías…porque aprendí a no aferrarme, a practicar el desapego de todo aquello que me aleje de lo que dolorosamente aprendí. No quiero necesitar más muerte ni dolor para aprender que la vida es lo más importante, y que nadie, ninguno, ni ayer ni hoy, tienen la verdad absoluta, el saber absoluto para construir el tan deseado y conversado bien común.

“Que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafaos…cualquiera es un ladrón, cualquiera es un señor…” dicen que fue escrito en 1934…

“ Guardense de los falsos profetas que vienen vestidos de ovejas, pero son lobos rapaces…”se lee en los evangelios según palabras de Jesus.

“ El ladrón no viene sino para matar, robar y destruir”…también nos advierte Jesús en el evangelio.


Y Buda nos enseña:   “ Lo que eres es lo que has sido. Lo que serás, es lo que haces a partir de ahora.”

 

Entonces me dí cuenta: “ Si, sí he cambiado” responderé con voz clara.

 

lunes, 21 de septiembre de 2020

Y fue un día...

 Y fue un día cuando lo invisible escondió tu sonrisa,

cuando tus ojos hablaron en la mirada de tantos,

cuando tu lágrima se hizo añicos en la transparencia de un escudo,

y un poco de sol, recuerdo de una piel en la tuya...


Y fue un día cuando la muerte me hizo distinta,

cuando el miedo me bautizó de nuevo,

cuando la calle se vistió de misterio, de amenaza el vecino,

y yo, de encierro, promesa de vida sin garantías.


Y fue un día que decidí morir, si así tuviera,

morir besando tu boca, riendo en tu sonrisa,

morir con la mejilla húmeda por tu lágrima tibia,

morir con tu piel en mi cuerpo, en mi corazón tu latido.


Morir al sol, tocándonos...


Y fue un día que decidí vivir con toda la vida,

y si así no fuera, morir viviendo.


domingo, 30 de agosto de 2020

Sino por la tarde

 ¿Donde encontrarte? ¿Donde? La torcaza picotea en la tierra de la maceta, el zorzal saca mordiscos a la manzana y el agua de las nubes salpica gotas en la pileta; el benteveo tocó la piel del aguaribay que apenas se inmuta con la caricia de la brisa. Los acordes de un piano se deslizan y vibran allí donde  duerme el tercer ojo. Se le suman el llamado del benteveo, la gota que termina y el silencio de las hojas quietas. La sorpresa vino en un mensaje de quien pudo averiguarme y encarar mi nombre. Por un instante el sí se adueñó de la tarde...por un instante.

Lloró la ignorancia en una lágrima que arrastra el desconcierto de la existencia. Voló la torcaza y se hizo ausencia, el zorzal vuelve a arrebatar el corazón a la manzana.