viernes, 15 de julio de 2022

Engarce

 Verdes, rojos, blancos,

los colores juegan en el plato 

y se detienen en mi boca,

sabores diferentes que, hermanados, me alimentan,

me llevan de viaje a otras tierras...

arados, siembras y cosechas,

manos, familias anónimas,

silencios en soles y lunas alumbrando la tierra en espera,

miradas atentas al riego y la maleza,

espaldas curvas, brazos tensos,

mates largos que andan rutas y caminos,

bolsas y cajas apilados en veredas

como ofrenda, vida y alimento.

Cada uno en mí, y yo en ellos,

engarzados en una sola palabra:

gratitud,

gratitud a las manos,

gratitud a la tierra.

Confin

 El cielo está tan diáfano

 como mi alma quisiera,

abrigo, abrazo inalcanzable,

una rosa cae, mancha el espejo verde,

y sangra;

el zorzal la besa

pellizca la manzana

y se roba la última gota de néctar.

El cielo está tan oscuro

como el destierro de mi alma.

Como el alma

 Me hablaron de inmensos arenales

donde la sed es tan seca como la muerte,

me contaron de extensos desiertos 

donde el viento corre para encontrar nada,

me mostraron enormes rocas

cuyos pesos doblegan todo intento,

y supe de gigantes espinales tejiendo púas

en inquebrantable tramado donde el sol no encuentra refugio.

Nada fue asombro, porque así late mi alma.

Y entre la sed y la nada, 

el ahogo y la carga, 

un suspiro....

despierta, lo intenta, y 

florece el alma .


Atardece

 Atardece,

se mudan los verdes al corazón de las hojas,

el cielo se aclara en tanto el sol se escapa,

la brisa hace de la rama una cuna,

y el zorzal canta,

.el mate es ahora copa y la yerba, vino,

se queda el silencio, el alma de azul se tiñe, 

y el horizonte exhala un suspiro dorado.