sábado, 16 de marzo de 2024

Algo más que la mañana en Saladillo

 Despertar y no ver. Más allá de lo que alcanzamos a tocar, lo real es gris, sin contornos ni definición. El entorno empañado nos rodea de duda, nos limita los pasos, debilita nuestra voluntad de avanzar porque no es claro el camino que ofrece certeza aún sin anticipar el destino, porque un camino es siempre camino. 

El sol se hace esperar, así como sus dedos tibios que devolverán la nitidez que anhelamos para sabernos presentes y contenidos, para devolver la seguridad a nuestros pies y avanzar sin temor, aún sin llegar a destino, porque avanzar es siempre andando. 

La claridad llega, tras breves instantes o  interminables esperas . Se hace presente para mostrarnos de nuevo al árbol que nunca dejó de serlo, como el entorno, como lo otro, más allá de lo que alcanzamos a tocar, o ver.

viernes, 9 de febrero de 2024

Las visitas

 Preparo el corazón para un encuentro que el mismo corazón advierte como desencuentro. Las horas se hacen largas en el costado silencioso de la mesa cargada de bullicio.

La charla es esquiva, las miradas también. La sombra me oculta como se oculta al sirviente del lugar de los patrones que, sin propiedad ni título que se los adjudique, se perciben dueños de lo que no es suyo, sólo por saberse con la mitad de un apellido.

La tristeza, con su contundencia, casi derribó mis defensas. Pero una postal de antaño me trajo las palabras sin que les diera permiso." El bote no se hunde por el agua  que lo rodea sino por el agua que deja entrar"...

La verdad entonces se impuso para despejar toda sombra. Las aguas inmensas de los corazones tan soberbios como altaneros, pueden creerse dueños y señores de los botes, pero no poseen los remos.

Volví a la paz del puerto...Las horas se acortaron hasta el adiós a las visitas...