jueves, 5 de septiembre de 2024

Invierno

 Se fue despacio, casi como si no hubiera existido. Dejó su huella en el árbol desnudo que hoy lo despide entre verdes caricias, sin estridencias, con el mismo  silencio de los vientos punzantes y las lluvias sedientas.

Volverá silbando helado entre las ramas vestidas y arrancará como siempre todo vestigio de un tiempo exultante. Sembrará aridez para que nuevamente el misterio busque respuestas en la oscuridad de la tierra.

El silencio nutre, se hace brote.

Y él, otra vez se aleja.

Las abuelas

Tarde de un viento frío, de un sol tibio y de lágrimas abrazando a un corazón ahogado.

El viento las trajo para abrigar la tarde, con el mate una. la otra con el puchero, una con sus manos delicadas, la otra con la artrosis dibujada por el tiempo.

Ambas vinieron con sus alas de ternura, su fortaleza y sus tristezas. Las trajo el viento, las nombré entre sollozos, me envolvieron. Les pedí que me alzaran, me cantaran en el alma, me rehagan y soplen de nuevo. De ellas vengo, y ellas vinieron.