martes, 10 de noviembre de 2009

Cada uno con su canto

La verdad y la mentira
lloran unísonas.
En el presidio, los libres
se visten de historias singulares
abrigados en la desnudez
de un único origen,
donde cuerpo y alma entonan
cada una su canto,
y aún así,
mueren en la misma melodía.

1 comentario:

gaby dijo...

me gusta!