Me enamoré más veces de las que he nacido, y aún así, la pasión no deja de ser un grito obsceno y oscuro. Todo destino me es prohibido y no hay mirada en mis espejos.
Los cuerpos que amé son apenas un recuerdo y los besos sepultaron su aliento dejando en mis labios un efímero sabor a entierro.
Los cuerpos que amé son apenas un recuerdo y los besos sepultaron su aliento dejando en mis labios un efímero sabor a entierro.
1 comentario:
Excelent!
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