domingo, 12 de abril de 2020

Aislamiento y cuarentena...vos,yo, nosotros

El tiempo se prolonga...el aislamiento toma un carácter cruelmente esclarecedor de la convivencia, tan cruel como un espejo bien pulido.
No es posible eludir observar al otro, mirarnos por dentro y vernos juntos.
Y tal vez ocurra que el tiempo que nos han " obligado" a compartir sea un tesoro que la vorágine de lo prescindible nos había escondido; o quizá las horas se habiten de largas conversaciones que hace tan sólo un mes eran imposibles en los breves cafés que apurábamos en minutos de descanso...tal vez los temas se multipliquen y la riqueza se adueñe de nuevas ideas, o incluso, porqué no,   comencemos a soñar juntos lo inimaginable, y puede ocurrir que descubramos al otro, que veamos el rostro que la prisa borroneaba... y quizá los silencios se hagan caminos hacia una intensa interioridad del otro, tan desconocida hasta ahora, tan sepultada bajo un arquetipo que se derrumba en pedazos. Aparece en el otro un ser interior que nos maravilla, nos deslumbra, nos enamora...Es entonces cuando los lazos se hacen fuertes, mucho más fuertes,y nos liberan...

O puede ocurrir que este tiempo se alce como barrotes silenciosos que nos encarcelan en las paredes de " nuestro hogar"; puede ocurrir que el tiempo quede suspendido en interminables silencios incómodos, teniendo nostalgia de aquellas  charlas en cortas sobremesas en las cuales se decía lo necesario para compartir la nada del otro, que tampoco era escuchado.
Puede que sólo se hable del programa radial de la mañana, del noticiero vespertino, del virus, la pandemia y sus muertos...puede que sintamos que la vida, lo interesante,  esté allá afuera...en calles desiertas, pero nada, aquí adentro.
Es entonces cuando el espejo nos devuelve la invisibilidad del otro, de quien está a mi lado, con quien convivo...es entonces cuando el aislamiento se hace visible aquí mismo, tanto hoy como en el ayer...y descubramos que el tiempo compartido aburre, esclaviza, que no hay nada de interés por descubrir, no hay interioridad ni sueño más que el propio...es entonces cuando se ven las cadenas...

Esto pasará...y después?
La misma pandemia, el mismo aislamiento....cuando la riqueza se descubre y se expande no hay vuelta atrás...se avanza...
Cuando la celda nos abraza,invisible y silenciosa, se hace imprescindible una elección frente a la evidencia:
Cadenas? 
O libertad?

2 comentarios:

Unknown dijo...

Aislamiento y cuarentena... admirable descripción del encuentro de la desnudez del alma.

Unknown dijo...

Gloriosa descripción de la reacción del ser humano ante lo impensado. Agradezco a Dios el tiempo de introspección que me regaló!!!!!