Dicen que los idiotas
creen en los pájaros de colores.
Así me juzgarán entonces
porque creo en el zorzal de pecho naranja
que canta y come en el jardín;
creo en el benteveo con su traje amarillo
y la corona negra enmarcando su cabeza
cuando elige la miga para su nido;
creo en los horneros de ocres suaves
paseando por el césped confiable y verde;
creo en los gorriones menudos e intensos
que picotean migajas entre las briznas;
en el ave majestuosa cuyas plumas
como dedos blancos dibujan alturas en el cielo;
en el amor eterno de las torcazas.
creo en sus mensajes, su presencia,
en sus cantos y trayectos.
Dicen de los ilusos
que viven en las nubes…
ilusa me llamarán entonces
porque mi alma respira bajo las estrellas
y la escucho en el silencio.
Creo en las formas caprichosas
de los vestidos blancos,
creo en la voz del viento,
el grito de la tormenta,
la melodía de la lluvia
y la caricia del rocío.
Dicen de los locos,
que hablan con las cosas…
Protegeme la locura
de escucharte en el roce del follaje,
de alabarte en el sol, rezarte en el árbol
y susurrarte en la luna.
Protegeme la locura
de pensarte en las aves,
amarte en los frutos
y decirte en los ojos mansos del cordero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario