La tetera de hierro estrena las tardes frías, grises, en las que la neblina llora sobre las ramas desnudas de la higuera.
Tal vez sean tardes a la luz de la vela alumbrando los colores vivos de la ruana o el blanco del papel que recoge gotas y letras.
O quizá alguna se abrace al silencio de la siesta; otra escuchará el paso de las horas en el ritmo acompasado de las agujas.
Alguna que otra transitará su paso mirando al horizonte y sus sombras a través dela ventana.
Cada una de ellas, a su estilo, soñadas, inesperadas, vividas, dejarán memorias y recuerdos de las tardes de invierno en Saladillo.
17 mayo 2024
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