jueves, 26 de septiembre de 2024

Primavera

 Con este mediodía frío, lluvioso y con viento, el año despide al invierno y le abre los brazos a la primavera, que, a pesar de las ráfagas frías que intentan retenerla, se asentó en los brotes y las ramas nuevas, las que luchan tenazmente para hacer la primavera.

Y así la vida, así el hoy, el silencio y la distancia, el temor y la incerteza, la soledad de la piel y la mirada, inviernos del corazón que doblegan a la esperanza, la alegría, el cariño y los sueños.

Hace frío, y el fuego de la salamandra me apega al invierno. Sin embargo, a través de los cristales se despereza una resolana.

El corazón que se deja enseñar por la naturaleza, comprende.

La emoción se hace suave, generosa, y despliega sobre las sombras la luz de la fe cierta, de la alegría sin estrépito, de la paz en la tormenta y la esperanza en el desierto.

Te amo, susurra el corazón, como si fuera brote nuevo, y lo es...en la rama de siempre, de las raíces de siempre, de quienes aceptaron el invierno, de quienes hacen de cada día, de su propio hoy, la primavera.


21 septiembre 2024


1 comentario:

Anónimo dijo...

La paz en la tormenta, la esperanza en el desierto...
Me gustan esas imágenes