una botella de vino, dos copas. El horizonte toma su tiempo en abrirse para dejarle espacio. Sin embargo, los ojos la buscan con expectativa.
En eso, una línea, fina como hebra que da cierto brillo al horizonte que ya bosteza.
Una mano guarda la mía entre sus dedos. Ha nacido la luna. Apenas aparecida atravesó la bruma que sin piedad la desfigura hasta que un par de nubes la partieron en dos.
Quebrada, siguió avanzando por la noche, hasta superarlo todo y brillar espléndida con total plenitud.
Algo así como transitar la vida.
24 febrero 2024
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